martes, 10 de abril de 2012

Cementerios, un culto a la muerte

Tras unas vacaciones de Semana Santa pasadas por agua aprovechamos el buen día que salió el lunes pasado para quitarnos el mono de hacer fotos que teníamos. Para ello cargamos los carretes en nuestras cámaras analógicas y nos fuimos cargados con dos máquinas cada uno al cementerio de Derio. Es un necrópolis de la provincia de Vizcaya de gran tamaño  llamado Camposanto de Vista Alegre, aunque ponemos en duda si el nombre de "vista alegre" es el más indicado para un sitio de estos.



Emprendimos nuestra excursión a una hora temprana para intentar estar lo más solos posibles, ya que en un lugar de este tipo la gente se puede sentir incómoda si ven a un par de fotógrafos merodeando entre las tumbas, de esta manera, madrugando teníamos la esperanza de cruzarnos con el menor número de personas posibles.

A lo largo de la mañana recorrimos prácticamente todos los rincones del cementerio y pudimos comprobar que el ser humano no es igual ni cuando fallece, ya  que según el nivel económico de cada uno tienes un panteón más grande, más bonito y en mejor zona.

Eduardo:
"En esta ocasión llevé una Ricoh XR-X de 35 mm con una focal fija de 28 mm y un tele 75-200 mm, junto con mi querida Dassas 3 de medio formato y focal fija 75 mm, ambas cargadas con carrete en blanco y negro.

No hay nada mejor que disparar con carrete en blanco y negro ya que tienes que pensar cómo quedará de antemano. Por supuesto, sólo tienes una oportunidad no es como en la digital, así que se piensa más la foto y eres más selectivo, aunque no siempre son los resultados deseados.





Javier:
"En mi equipo llevé la Diana F+, que lleva con el carrete cargado desde el mes de septiembre, para fotografiar la espectacular entrada principal que tiene este campo santo lleno de vivos colores. De esta manera aproveché que la película que está cargada en la máquina es de color. Y por otro lado, llevé la Fed 3 con un carrete de blanco y negro. Sin duda alguna mi máquina preferida de mi pequeña colección. La había tenido castigada desde el último carrete que disparé con ella debido a que se me veló y recuerdo varias fotografías que me gustaron enormemente a la hora de hacerla.

La verdad es que es muy diferente de fotografiar con una cámara digital. De esta manera piensas mucho más cada toma que realizas y el hecho de tener un objetivo de focal fija te obliga a moverte a la hora de elegir el encuadre perfecto. Algo que después también se ve recompensado a la hora de disparar con la digital.