viernes, 20 de febrero de 2015

En un lugar de la Mancha de cuyo nombre... si quiero acordarme



En esta ocasión La Mirada Fotográfica ha ido a visitar los famosos molinos de viento  de Consuegra (Toledo), situados sobre el cerro Calderico en donde también se encuentra el famoso Castillo de la Muela.



 

El viaje ha sido algo más que  fotográfico, porque las sensaciones de ver el atardecer desde los molinos disfrutando las maravillosas imágenes que nos muestran los campos y los molinos  se convierten en un cumulo de emociones que te olvidas de utilizar la cámara para no perder ni un segundo de tan intensas sensaciones.




 Y aunque es pleno mes de Febrero y la noche es fría y ventosa en Consuegra, el admirar las estrellas sobre los molinos es una experiencia única, te hace imaginar la vida ya perdida en estos tiempos modernos y rápidos.


En esta fugaz visita quiero mencionar y recomendar este lugar y  aparte de visitar los Molinos y el Castillo, recomiendo alojarse en el maravilloso Hotel RuralLa vida de antes. Un hotel muy especial y tranquilo en el que poder disfrutar de una estancia fantástica, con un trato muy familiar y agradable en el que Paula nos atendió con un trato muy exquisito.



Y como en todo viaje, el visitante espera un recuerdo, un detalle, pues en el Molino Rucio encontrarás a Jesús que regenta este molino y es director de proyectos turísticos. Un molino que tiene las piezas originales que ponen en funcionamiento varias veces al año. Es visitable y podrás encontrar numerosos detalles para recordar tu visita por estos maravillosos parajes de la Mancha. 




Un agradecimiento especial a Paula y a Jesús  por hacer que este viaje sea aun más especial.


lunes, 11 de agosto de 2014

Practicando con la ampliadora

Hace unos días disfrutamos de otra parte de la fotografía. Esa que viene después de revelar los carretes. Esa en la que también dependes de una luz roja que llena el ambiente de magia para que los hechizos se lleven a cabo mediante las pociones mágicas llamadas: revelador, paro y fijador. Fue un día de ampliadora.
 
 
Utilizar una ampliadora en un piso en el que por norma general no hay un lugar adecuado para ello es engorroso porque lo tienes que acondicionar todo para ello, tienes que cambiar muchísimas cosas de sitio, pero es un esfuerzo que para hacerlo de vez en cuando merece la pena.
 
Una ampliadora no tiene grandes misterios para utilizarla en modo aficionado, obviamente que para usarla de una forma más profesional hay miles de matices que controlar, pero nosotros no llegamos a esos extremos. Elegimos los negativos que nos gustan, los metemos en el portanegativos enfocamos, colocamos el papel, le proyectamos el fogonazo de luz y lo bañamos en las tres pócimas mágicas para hacer la magia.
 
 
Después se les pega una ducha de agua y se dejan secar para que estén dispuestas a ser guardadas en el álbum o cumplan el cometido elegido.
 
"Mi experiencia sobre la utilización de la ampliadora es totalmente satisfactorias y con unas sensaciones de bienestar que no aporta en ningún momento la fotografía digital. Todo el proceso tiene su encanto, desde preparar los líquidos hasta elegir los negativos. Cosa que aunque parece fácil cuando vas a ampliar una fotografía a un tamaño considerable no vale cualquier foto la buscas, la seleccionas e incluso cuando la estas enfocando en la ampliador sigues pensando si es la foto adecuada. Después de plasmar la imagen en el papel, aún invisible, llega el mágico momento del revelado que nunca, nunca me deja de sorprender y emocionar.
En definitiva, la experiencia de trabajar con la ampliadora es tan emocionante como hacer la propia fotografía. Algo inalcanzable con la fotografía digital. Eduardo Ponce C.


"Hacer ampliaciones tiene un encanto especial, es cuando ves el disparo que hiciste con la cámara en su esplendor máximo, siempre y cuando consigas un buen resultado con la ampliadora. Es el resultado final del trabajo.
Lo más curioso es que cuando eliges el negativo y haces la copia de la foto recuerdas cada detalle de cómo hiciste la foto, que tiempo hacía, como estaba el cielo, qué hora era e incluso de dónde soplaba el viento, aunque haga meses que hiciste el disparo en cuestión. Eso sin duda alguna se debe a que cuando haces una fotografía en analógico la piensas mucho más y te queda grabada en la memoriaJavier Ferdo 

martes, 25 de febrero de 2014

Tatuado en tu piel

En diciembre del 2013, nuestro compañero Eduardo Ponce C, recibió la visita de su amiga y fotógrafa de Ciudad Real, Patricia Hidalgo.

En varias ocasiones habían hablado de hacer una sesión de fotos, tanto analógica como digital.

Finalmente, esa sesión tan ansiada llegó y Eduardo pudo dar rienda suelta a un estilo fotográfico que le apasiona. "La sutileza y la sensualidad de las imágenes busca el alma de las personas", apunta el autor de las imágenes.

En esta ocasión os dejamos siete fotos digitales y otras cinco analógicas que han sido relevadas y digitalizadas por el equipo de la mirada fotográfica.

Fotografías tomadas con una analógica Ricoh XR-X:







Fotografías tomadas con una Nikon D-40:









sábado, 16 de noviembre de 2013

Bronica ETR-si, o dos si son pequeñas


El equipo de La Mirada Fotográfica se sigue completando en el ámbito de adquisición de cámaras, analógicas eso sí. En esta ocasión la última incorporación al equipo ha sido una Bronica ETR-si por parte de Eduardo Ponce C, si, es el mismo modelo que ya tenía Javier Ferdo.

Siempre me han gustado las cámaras con visor de cintura, por eso cuando se me estropeó mi apreciada Lubitel comencé a buscar nuevas cámaras con este visor tan particular. Tras mirar y mirar, estaba indeciso entre una Mamiya, una Rollei o una Bronica. Así que teniendo a mi alcance la máquina de Javier para probarla se la pedí.

Tras una mañana disfrutando la cámara y con su posterior revelado, tomé la decisión. El manejo y la robustez de la Bronica me hechizaron, así que ahora tan solo tenía que encontrar la mía para robar al tiempo esos instantes tan fugaces. Eduardo Ponce C.

Fotografías de Eduardo Ponce C:



 

 Qué puedo decir de mi querida Bronica que no haya dicho ya. Me resulta tan diferente fotografiar con ella, en comparación con otras máquinas, que parece que estoy haciendo algo totalmente distinto. Es como decir "voy a hacer fotos" y no, "voy a dar una vuelta con la cámara a ver si surge algo". La verdad, es que uno se siente especial fotografiando con esta cámara. Javier Ferdo

Fotografías de Javier Ferdo:




 

domingo, 20 de octubre de 2013

Fotografías en analógico de León

Fotografías de Eduardo Ponce C, con una Dasass 3:
 

 
Regueras de Arriba (León) 
 
 
Regueras de Arriba (León)

 
León

 
La Bañeza (León)
 
Fotografías de Javier Ferdo, con una Bronica ETR-si:
 
 
Astorga (León)

 
Astorga (León)

 
La Bañeza (León)

 
Vecilla (León)
 

miércoles, 16 de octubre de 2013

Escapada fotográfica en tierras leonesas

Dos meses después de haber escrito nuestra última entrada (no tenemos excusa) volvemos a contar nuestras vivencias con una cámara colgada del cuello. Nuestras quedadas fotográficas cada vez son más analógicas, porque antes al menos llevábamos una cámara compacta para hacernos el making off, después nos conformábamos con el móvil y en la última escapada que hicimos a penas sacamos el celular del bolsillo.
En todo este tiempo que ha pasado hemos estado algunos días de vacaciones, y casualidades de la vida veraneamos uno al lado del otro: Eduardo Ponce C en Regueras de Arriba y Javier Ferdo en La Bañeza, ambas localidades de la provincia de León. Por lo que estando en una tierra que nos encanta a los dos, era imposible no salir con los carretes cargados en nuestras cámaras.
De esta forma quedamos una mañana bien temprano en la Plaza Mayor de La Bañeza y fuimos paseando por la ciudad leonesa atravesando la calle Astorga, visitamos lo que queda de la antigua estación de tren, llegamos hasta el cementerio, después nos dejamos caer por la calle de Las Bodegas y todo esto lo rematamos con una caña y una tapa.
"La tranquilidad de estos parajes incita a ver imágenes de antaño y como es de imaginar no pudimos más que pensar en blanco y negro, y en este lugar la magia de los dos colores se multiplica por diez. Mi aliada en estos días de calma era una Dasass 3. Tan solo algo en nuestra contra, había que esperar el regreso a casa para sentir, nuevamente, la magia del revelado. Eduardo Ponce C.

Fotografías de Eduardo Ponce C:




" Hacia tiempo que no estaba en tierras leonesas y para a mi ha sido gratificante volver a donde veraneaba en mi infancia. Más especial aún ha sido ir con mi Bronica y poder fotografiar por allí con más nociones fotográficas que la última vez que estuve. La verdad es que me quedé con ganas de más. Javier Ferdo
Fotografías de Javier Ferdo: